Fueron tus labios responsables de la despedida aquel día cuando mi corazón comprendió que debía dejarte ir otra vez, donde rememorando una semana más de nuestra estadía juntos los momentos vividos siempre son los mas hermosos solo por la unión que representa tu cuerpo con el mío.
Fueron tus ojos encargados de mantener la esperanza en mi ser de tu próximo regreso y seguir desde donde dejamos nuestro amor, ojos que opacos se retiraban de mi vista hacia su destino, volteando la cabeza en la dirección contraria a mi silueta.
Fueron tus manos culpables de este frío en todo mi cuerpo, me acostumbran a su abrigo y luego se marchan como un castigo apagandose a las horas ese hervor que sobre las mías provocan, culpables de no estrecharse y quedarse conmigo, de no volver por las noches.
Fueron tus palabras directoras de mis pensamientos dejando mi persona expectante a una llamada tuya, noticias de tu estadía, presentes de tus actos
lejos de mi pecho e ilusas soñando el día de tu regreso, aquel día en que tus labios, tus ojos tus manos y tus palabras se harán nuevamente presente.
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