Los rasguños del vidrio deben semejarse a las trizas de mi corazón, que han quedado con tantos cambios en mi vida, con el desgaste de amar sin ser correspondida, rasguños gruesos y largos que cubren mi ser a la hora de amar, que me alejan quizás de encontrar a la persona correcta, a quien por entero me debiera entregar.
Empañada la ventana, no veo mas allá, aun cuando le pase un paño vuelve a enturbiar, gran semejanza a mi vida siempre con grandes obstáculos sin permitirme saber que vendrá para mi, según mis propias decisiones, haciéndome vivir a diario con la sensación que si muriera mañana, nunca tuve lo que quise, nunca me amaron como yo lo hice.
Con mi dedo mancho el vidrio escribiendo tu nombre, sin quererlo mientras pensaba en todo esto, eres la llaga presente en mi alma, siempre todo comienza con tu recuerdo y termina vaciandome con su partida, que doloroso es saber que nunca me amaras, porque mientras a mi lado estuviste, te di todo y jamas me quisiste y siempre lo supiste.
Mi reflejo en la ventana demuestra lo rápido que han pasado estos años, quien fue una hermosa adolescente enamorada, jovial, animada, con muchas ganas de vivir, encerrada en su dormitorio años mas tardes ha perdido el color, se dejo arrastrar por el huracán de tu olvido, arraso en su vida tu desamor y no hubo un conquistador hasta hoy, que se lleve tu dolor...