Una vez mas mi boca traiciono a mi corazón,
no fueron tus labios con los
que se unió, se rindió ante
sus besos, de un extraño y
forastero ser que encontré
una noche sin luna,
estrellada y melancólica
que me hizo caer en esos
fuertes brazos que me
atraparon, bajo un aroma
intenso a madera y tequila.
Fue por el vació que dejaste
en mi ser cuando decidiste
que yo no era para ti, creías
merecer algo mas y pero
quedaste con algo menos,
fue por la oquedad de mi alma que otra vez mis ojos se cerraron creyendo estar junto a ti, mintiéndole a mi corazón.
Y al cerrar tan apasionante experiencia
afirmando que eran tus labios, tus manos en mi cintura y tus pies los que guiaban mi ser al compás de una hermosa balada, fue deslumbrante sentir tu voz en mi oído me volvías a cantar, eras tu,
solo tu y yo.
Abrí mis ojos y no contuve mis lagrimas, te habías marchado, por donde viniste, desde mis pensamientos, alucine otra vez con tu regreso y
¿Que debía hacer frente al extraño?
Agradecí su compañía, solté mis dedos de sus manos y corrí primero sin rumbo, luego escribí desde un rincón estas lineas.
Abrí mis ojos y no contuve mis lagrimas, te habías marchado, por donde viniste, desde mis pensamientos, alucine otra vez con tu regreso y
¿Que debía hacer frente al extraño?
Agradecí su compañía, solté mis dedos de sus manos y corrí primero sin rumbo, luego escribí desde un rincón estas lineas.
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