se confabularon el cielo y el mar por ti, alborotándose en tu vientre la
tierra, moldeándose como greda ese que hoy vez frente a tus ojos,
olvidando la inmensa ola que envolviéndote en confusiones e luciones
aquella tarde dejo en tu manos una estrella, un regalo,
¿Recuerdas aun como era?
Inofensiva, pequeña y tranquila, asustadiza, delgada y bella,
desde el momento en que abrió sus ojos se perpetuo en los tuyos,
pegada a tu cuerpo no tienes reemplazo para ella,
al instante de tomar tus manos, jamas pensaría soltarlas,
sigue tu andar, va a tu lado y detrás de tus huellas.
alzas tu mano en su contra y exaltas su alma, nunca observas sus ojitos
tus escondidas son su mayor dolor, y te separas de tu estrella,
espera todo el día por tu atención, quisiera tener la misma importancia,
atesora tu voz dulce hablándole hace años, no entiende tu brusco cambio.
El cielo quiere quitártela, no eres digna de tan dulce estrella,
el océano temeroso piensa en el bien de ella, solo vive para ti, pero
la tierra, cuan de greda la formo, dice ameritar su descanso en ella,
y yo, yo me pregunto ¿Mereces a tu hijo, cual perfecto es tu estrella?
No hay comentarios:
Publicar un comentario