Acepto

Te siento mío y no me perteneces, no después de tu decisión de no amarme, después de la negativa que te proporciona mi corazón, después de tu ser incrédulo a amar estropeando verdaderos sentimientos vividos.
Porque tus labios emitieron palabras que acabaron con toda esperanza de tenerte a mi lado, de ser la mujer que fui cuando tus manos recorrieron mi piel indómita, cuando tus ojos se clavaron en los míos perpetuando el mensaje de corresponderme, cuando te regale por la razón de sentir que eras quien merecía tal obsequio de mi parte.
Te siento mío y no me perteneces, imborrable noche 7 de octubre que equivoque mi suerte colisionando   con tu ser dichoso al encontrarme allí a destiempo y sin lugar entre tus sabanas frías, arrullando aquel momento crucial para que hoy al fin frente a una inmensidad de oscuro desierto sin limites separando el firmamento estrellado, decidas pedirme que acompañe tus venideros días con mi presencia, diciendo que la seguridad a vuelto a tu ser desde que confirmaste que soy yo. Yo a quien empezaste a querer velozmente y emitieron tus labios lo que esperaba mi corazón mucho antes de aquel encuentro, los minutos pasaron volando en pensar mi respuesta y cambiamos de día. Así de mágico son nuestros encuentros y acepte, acepte tu tardanza y el error de distanciarte, acepte ser quien te cuidará y amará para siempre... Acepte simplemente dejarme caer en tus brazos cuando mi ser no tenga sosiego, acepte darte parte de mi vida, acepte ser tu pareja.