Solo ruego al cielo y a quien nos ha unido que jamas de tu boca salga tal petición porque mis pies solo responderían retirándome de tu camino y mis brazos se aferrarían a mis bolsillos para no intentar alcanzarte. Me alejaría de ti lentamente pero segura con el horizonte en frente.
Si me pidieras que te dejara preparate para decirme adios para siempre mi amor.
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