Bombo del 84

Su entorno rojizo y tibio se veía corrompido por un túnel de luz que se formaba cerca de su cabeza, enfriando el ambiente y llenando todo de claridad dos brazos la fuerzan a dejar tan acogedora morada, sus ojos entre abiertos no logran distinguir lo que estaba por venir, se esfumaron esas voces suaves y lejanas acompañadas por el ritmo constante de algo parecido a un bombo.

Pasado el tiempo, año a año viviendo con ángeles terrenales que siguieron como desde el primer día iluminando su vida, crece algo parecido a una princesa de sentimientos puros y nobles, afianzada a sus cinco ángeles aprende lo que corresponde, camina una vida tranquila, sin preocupaciones y con grandes esperanzas de su futuro cree firmemente en la bondad de sus pares.

A los quince sus ángeles han cambiado, al igual que la princesa y su bombo interior se siente extraño, unos ojos hechiceros cruzaron su mirada y sus palabras calaron hondo en su alma, acelerando el sonido del instrumento, comenzando el holocausto de su corazón y el destierro de su tranquilidad.

A los veinte resulto ser que no eran ángeles los que la guiaban y acompañaban, volaron su rumbo, tejieron su destino eran personas tan iguales y distintas a la vez de ella. Al compás de su bombo interno la doncella insiste en ir detrás del "príncipe hechicero" el camino mas pedregoso y cruel a sus años, con la mas triste de las melodías vibrando en su pecho, tres años mas tarde continua ofrendándole su corazón al mal amor.

A los veinticinco se ha llenado de nuevos angelitos que curan sus heridas y llenan de limpios sentimientos la onerosa armonía de su bombo. Y de la princesa no queda nada, de doncella a plebeya a ordinaria y hasta villana de sentimientos torcidos y confusiones de ideas, que a veces la alejan poco a poco de la melodía de un bombo abatido, de un bombo en ocasiones insonoro.

A los veintiocho y contando, sola, ningún amor se avecino a su vida, ningún corazón se dejo encantar por quien deseaba enamorarse, reencantarse, sentir el bombo en su pecho sonar como nunca la canción de amor mas tierna del mundo, en cambio solo consigue tristes melodías que asolan sus días...